En nombre del Ateneo Republicano de Leganés queremos agradecer la presencia de todos los que os habéis acercado a este acto de inauguración para compartir con nosotros unos minutos de recuerdo y homenaje a Gregorio Pérez Maroto y Antonio Gallego Fernández, los dos ciudadanos de Leganés prisioneros en el campo nazi de Mauthausen, en Austria, que lucharon contra el fascismo y por la libertad.
Queremos, así mismo, agradecer la presencia de nuestros invitados: Leandro Alonso García, escultor y autor de la obra que hoy inauguramos; Concha Díaz Berzosa, delegada en Madrid de la asociación Amical de Mauthausen, Fernanda Moral de la Federación Estatal de Foros por la Memoria y vecina de Leganés, y Pedro García Bilbao, profesor de Sociología en la Universidad Juan Carlos I de Madrid.
Los tres ya estuvieron con nosotros el pasado día 12 de abril en el acto homenaje a nuestros dos conciudadanos que celebramos en el Centro Cultural José Saramago manifestándonos entonces su deseo de volver a estar en nuestro pueblo cuando pudiéramos ver instalada por fin la escultura.
Y aquí estamos ahora. Atrás quedan meses de gestiones y trabajo de un grupo de personas ilusionadas con este proyecto y, sobre todo, convencidas de la necesidad de rendir un justo reconocimiento a estos dos luchadores.
El 14 de abril del año pasado, una vez terminado un acto que celebramos en conmemoración del primer aniversario del Ateneo y el 79 de la proclamación de la República, Pedro García Bilbao nos dijo que un leganense había fallecido en Mauthausen. Ahí comenzó todo. Descubrimos rápidamente que no era uno, sino dos, los leganenses que habían estado en ese campo. También pudimos comprobar que un grupo político de la ciudad tenía conocimiento de ello y que cuatro años antes había intentado homenajear su memoria sin, al parecer, resultados.
Aproximadamente un mes después, la convocatoria de las subvenciones del Ministerio de la Presidencia nos permitió solicitar la financiación necesaria para poder realizar este memorial. En otoño supimos que el proyecto había sido respaldado económicamente por el Ministerio y que, por tanto, contaríamos con la subvención. Leandro, que nos había ayudado a elaborar el presupuesto, fue el escultor elegido para conceptualizar la obra y ejecutarla.
De forma paralela, el Ateneo inició las gestiones necesarias para donar la escultura al Ayuntamiento de Leganés y que éste se encargara de su instalación y mantenimiento pasando a formar parte del patrimonio cultural de esta ciudad.
Nuestro propósito era haber inaugurado la escultura en el mes de abril, a ser posible el día 14, pero no pudo ser debido a problemas administrativos. A pesar de éstos, no nos resignamos y el día 12 de abril celebramos el homenaje que antes os he mencionado para dar a conocer este proyecto y acercar la historia de estas dos personas a todos los leganenses. Finalmente, como veis, la escultura ha podido ser instalada en su emplazamiento definitivo, el que nosotros hemos elegido, y aquí está desde el pasado lunes 16 de mayo.
Algunos ciudadanos en Leganés pueden preguntarse por qué esta escultura, por qué este homenaje. Nosotros queremos subrayar el sentido y la vigencia del legado de estos dos ciudadanos de Leganés haciéndonos eco de las palabras que el brigadista austriaco Gert Hoffman dirigió el pasado 5 de mayo, día en que se conmemora anualmente la liberación del campo de Mauthausen, a los allí presentes
Decía lo siguiente:
Reflexionando sobre el aniversario del fin de la guerra, tengo presente las esperanzas que tuvimos los que en aquel momento sentimos el gran alivio de la Paz por fin recuperada. Me pregunto –desde hace decenios– si estas esperanzas fueron justificadas.
¿Hemos conseguido un mundo más justo?
¿Ha desaparecido el flagelo de la guerra?
¿Hemos superado la arrogancia de raza autodenominada superior?
El homenaje a estos dos ciudadanos, republicanos, antifascistas y luchadores por la libertad, es más necesario ahora que nunca. Ni nuestro mundo es más justo, ni han desaparecido las guerras, ni tampoco la arrogancia de una raza autodenominada superior.
El Ateneo Republicano de Leganés desea que esta página de nuestra historia permanezca viva y presente en el entorno natal de las personas que pagaron con prisión o dieron su vida por defender la libertad, la justicia social y la República.
Y por eso estamos hoy aquí. Porque nuestros vecinos no deben ser objeto del olvido injusto, porque debemos reivindicar su nombre, su memoria y su lucha, porque estamos obligados a recordar, porque somos deudores directos del esfuerzo de todos ellos.
Por ellos ¡¡VIVA LA REPÚBLICA!!
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